Respiro familiar

El cuidador o los cuidadores que tienen a su cargo a un familiar contraen una gran carga, tanto física como mental. Y mucho más si ese familiar padece una enfermedad como consecuencia de su edad.

Deben responsabilizarse de muchos aspectos que ocasionan un desgaste totalmente lógico, mucho mayor si de manera paulatina ese familiar va perdiendo independencia y demandando más cuidados y atención.

Todo ello se traduce en una pérdida de tiempo libre y en un abandono de uno mismo y de sus aficiones y amistades que termina pasando factura en su estado emocional. Y la mejor manera de poder recuperarse es recurriendo a nuestras estancias cortas.

Estas estancias son de una duración mínima de 1 mes. Pueden realizarse en habitaciones individuales o compartidas, y el residente temporal tendrá acceso a los mismos servicios y prestaciones que los residentes permanentes.

Son perfectas para que los cuidadores puedan descansar, irse de vacaciones, acudir a eventos o hacer frente a situaciones inesperadas como una enfermedad o un ingreso hospitalario.